El
cuadro ya estaba allí, cuando mis padres compraron la casa del doctor Haustein.
Era
un antiguo departamento sobre la calle Tucumán,
al abrir el portón, alto y oscuro, nos recibía un pequeño hall y dos puertas, una
daba a la planta baja, era el estudio
de los abogados Hafler y Maier. La de la derecha daba a la escalera que llevaba a nuestra vivienda y en el descanso,
sobre la pared, el cuadro. Mi madre decía que era una pintura de valor y que la dejaría allí porque le
daba importancia a la casa.
El
hombre de la pintura parecía mirar con ojos
tristes quien sabe que recordaría
mientras lo pintaban y en esa evocación su
sonrisa serena era una mueca apenas perceptible. A mí me
impresionaba la sombra a su espalda, ese perfil que se elevaba sobre su cabeza,
esa mano
que intentaba demostrar algo que mi
corta edad no comprendía, pero despertaba
mi temor y la admiración de los mayores.
Con
el paso de los años la pintura quedó siempre en ese lugar, tal como lo había
decidido mi madre. A pesar del tiempo el
cuadro se mantuvo en perfecto estado,
menos la sombra, que se fue
desdibujando, hasta desaparecer totalmente y sin explicación.
Años
después, alguien del barrio me comentó, que el hombre del cuadro había sido sobrino del primer dueño de la casa, que llegó a ser pintor
reconocido y la pintura era su autorretrato, había fallecido a mediados de 1976, extrañamente, la misma época en que
desapareció la sombra a la espalda del protagonista.
El cuadro es de Christian Schad. Año 1928.
El cuadro es de Christian Schad. Año 1928.
29 comentarios:
AY... MARIAROSA, ES DE LA VIDA REAL ESTE RELATO?.
PREGUNTO PORQUE HE QUEDADO IMPRESIONADA. MARAVILLOSO TEXTO Y LA TRAMA ALUCINANTE COMO SIEMPRE, PERO VER DESDIBUJARSE LA SOMBRA ME TRAJO CIERTO ESCALOFRIO.
UN BESO GRANDE.
Madame, qué inquietante cuadro! No me sorprende que le inspirara este relato, igual de inquietante. Parece ocultar una de esas historias de fantasmas.
Feliz tarde de sábado
Bisous
SIEMPRE TAN INTERESANTE E INTRIGANTE TEXTO.
UN ABRAZO
Logras ponerme los vellos de punta....jajaaaaa
Cuanta intriga, lo vivo tan real que parece que lo estoy viviendo yo.....eres adorablemente buenísima en los relatos, mi querida amiga.
Feliz semana y mi beso :)
Un cuadro con vida propia, la mirada atenta y la expectativa del texto.
Me gusto.
Un abrazo.
Será que en esa fecha se cumplía alguna promesa y por eso la sombra se esfumó...?
Muy interesante este relato y con este misterio que da que pensar...Por cierto el autorretrato esta muy bien trazado.
Un abrazo, ya veo que has cambiado la cabecera del blog:por otra variedad de rosas a mí, me encanta esta flor.
Bonito relato con ese cuadro de fondo.
Un abfrazo.
Es un relato fantasmagórico, genial.
Me admira tu imaginación y tu ingenio.
Un abrazo, querida amiga.
Querida amiga: Por problemas en mi ordenador, he permanecido semanas alejada de vosotros.
Hoy vengo a comunicarte que el domingo cumple años Manolo, no dejes de felicitarlo, le hará mucha ilusión.
¡Muy bonita tu entrada! Con intriga hasta el final.
Cariños.
Kasioles
El texto tiene el espíritu de los mejores cuentos de Poe. Definitivamente manejas con tino y acierto, el gótico.
UN abrazo. Carlos.
Maria Rosa,tremenda historia nos cuentas,amiga...El hombre y la sombra...Esa sombra,que posiblemente era el espíritu que acompañaba al pintor en su vida...Ello nos hace pensar,que posiblemente,todos tenemos seres que nos acompañan en nuestra vida,aunque no lo veamos...
Mi felicitación por el realismo y el misterio,que sabes imprimir a tus relatos y que los hace únicos y genuinos.
Mi abrazo grande y mi ánimo siempre,compañera y amiga.
M.Jesús
Muy logrado relato.
Las sombras desaparecen con la muerte
Abrazo
Esa sombra da miedo.
Como esta noche tenga pesadillas te denunciaré.
Besos.
Un relato sorprendente, una sombra que se desdibuja con el tiempo, es como perder la memoria del pasado.
Gracias María Rosa.
Un beso de ternura
Sor.Cecilia
Pues yo hubiera quitado ese cuadro de mi casa porque es para quitar el sueño...por cierto ¿sigue el cuadro en la misma pared? Besotes
Un excelente trabajo, Maria Rosa,...si hasta me parece sentir la sugestión de una niña, en un relato bien hilvanado,...Realmente me gustó.
Saludos.ELCRUZADO
La muerte que lo aguardaba...
Inquietante,sí.
Saludos
es un texto muy bueno, su narración de forma fílmica hace que uno como lector se adentre y participe desde sus percepciones
abrazos y feliz semana
Te has inspirado maravillosamente con el cuadro, bordaste una historia misteriosa y coherente.
Un abrazo.
Un relato sorprendente! Un placer pasar a leerte, te dejo un fuerte abrazo!
Inquietante relato que me ha dado un poco de repelús.
Eso de que desaparezca la sombra no es normal pero, claro, tampoco era muy normal en sí misma.
Un abrazo.
Misterios, un cuadro que desaparece cuando muere su autor.
Querida María Rosa, tu imaginación no tiene agotamiento ni fin para que sigamos con el placer de leerte.
Cariños y un abrazo.
Marinela
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
feliz fin de semana Maríarosa, muchas gracias por tu huella
Interesantes y misteriosas letras nos obsequias querida amiga. Infinitas gracias por concedernos el privilegio de ser testigos de estas.
Muchos besinos y feliz fin de semana te deseo con inmenso cariño.
Y es que cuando el humano se muere, en demasiadas ocasiones no queda de él ni su sombra.
En la intrigó y suspense de una historia, tú te llevas siempre un 10.
Un besote
PD. Comentarios como el último que me hiciste lo dejan a uno ruborizado. Gracias Mil querida.
Vaya historia de intriga, era su propia sombra y al morir el señor, desaparece su sombra? todo un misterio, muy buen relato.
Un abrazo.
Ambar.
Es como para pensar que esa misteriosa sombra se lo llevó, algo así como una profecía autocumplida.
Tenemos que tener cuidado con lo de algún modo expresamos.
Un abrazo inmenso y feliz fin de semana.
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