lunes

Aquel verano de 1820.




Una brisa con olor a menta y cedrón llegaba del río, entraba por la ventana y trepaba por las sábanas. Aún así, Antonia no lograba descansar. Dormitaba una hora o dos y volvía a despertar sofocada. Dejó la cama, decidió salir al patio y caminar por la galería, el aire fresco le haría bien. La recorrió una y otra vez, contando los ladrillos del piso, luego se sentó en la mecedora. Había cambiado el viento, un aroma a jazmines, llegó del jardín, respiró hondo, cerró los ojos y se fue adormilando. Un ladrido de perros la despertó, alguien llegaba, ¿sería su marido?
Seguro que no, deben ser los muchachos del tambo que van al primer ordeñe, se dijo.
Su esposo debe andar muy ocupado, le han contado que el congreso de Buenos Aires está que arde, van a designar a un Director sustituto del actual. Ella no le cree a su marido, sabe que se vale de su trabajo como secretario del ministro, para quedarse en la ciudad y hacer vida de soltero. El muy maldito la estará pasando muy bien con su amante de turno. Comentan las comadres, que tiene amores con la hija de un hacendado. Avergonzada de sus andanzas y devaneos, Antonia se había retirado a San Isidro, un pueblo alejado de la ciudad, que sólo en verano toma vida. Las familias importantes de Buenos Aires llegan buscando el frescor del río y de su arboleda, retirados de la colonia y sus tertulias.
La negra Jacinta, que es como su madre es su única compañía.
Buenos Aires quedó atrás, la mirada llena de conmiseración de sus amigas, la enardece, quisiera gritarles a la cara las andanzas de sus propios esposos, esas que la servidumbre le cuenta, pero se retiene. Lo mejor fue irse.
San Isidro es un caserío tranquilo, sus quintas enormes logran que pocos se conozcan. A veces en alguna cabalgata se cruza con algún vecino, pero todo se limita a un saludo.

Hacía años que Felipe se fue distanciando, buscando en mujeres jóvenes la satisfacción que no encontraba en ella. ¿Y por qué no hacía lo mismo? Se preguntó tantas veces. Ella deseaba amar, la mayoría de las noches las pasaba sentada en la galería o dando vueltas en su habitación. Nunca fue capaz de engañarlo. Era tonta o acaso demasiado decente. En Buenos Aires muchos de los amigos de su marido, la miraban con ojos cargados de malicia, ella los ignoraba. Y aquí en la quinta, está Sebastián, el capataz, es el único que cuando la mira logra estremecerla, él también está solo. La negra Jacinta que conoce la historia de todos los que viven en el pueblo, Le dijo, que la mujer de Sebastían, se fue con un turco vendedor de baratijas que paso por San Isidro. El capataz es diferente, hay algo en sus ojos que la turba…

La negra Jacinta apareció como salida de las sombras, con una jarra de limonada y un vaso. Es una mujer especial, habla poco, sólo lo indispensable y a veces la asombra, actúa como leyendo sus pensamientos. Si tiene sed, aparece con algo fresco. Si le duele la cabeza le alcanza algún té a base de yuyos, esos que sabe preparar y que la calman de inmediato. Muchas veces se preguntó si será bruja o adivina.
La limonada fresca le hizo bien, la bebió a pequeños sorbos. Cerró los ojos recordando su juventud. Los jóvenes se disputaban su cariño. Iban a la misa de once de la Iglesia del Socorro, solo por verla. Han pasado treinta años, demasiados, se dice. Hoy tiene cincuenta, ella no los siente. Sino fuera por esos calores… sigue siendo la misma mujer, más sabia…
El cielo se fue pintando de franjas rosas, comenzaba a amanecer y el calor no calmaba.
Fue a su habitación, tal vez lograra dormir. Jacinta entró tras ella, dejo sobre su tocador, una bandeja con un botellón de vino y dos copas. La miró extrañada, ¿y eso para qué? Preguntó. La otra no respondió. Sin decir palabra la desvistió tomó un frasco de agua de rosas y una toalla de mano, la mojó y le frotó el cuerpo. Le hizo bien. La miró agradecida, mientras se colocaba un camisón fresco.
Jacinta abrió la ventana, cerró las cortinas y se volvió para decirle algo, sonrió sin decir palabra. Tomó el picaporte y abrió. Parado bajo el dintel de la puerta, estaba Sebastián. La negra lo tomó del brazo y lo empujó dentro del cuarto, luego salió dejando la habitación abierta. Él dio un paso y quedó esperando. Se miraron, Antonia tembló. Su mente era un torbellino de imágenes y palabras; su madre y sus consejos morales, sus hermanas burlándose de sus calores y su recato y Felipe diciéndole que no creyera lo que comentaban de sus amoríos, que eran mentiras de las comadres. Y ella, sola, siempre sola…
Un ardor le subió a la cara, no supo si eran calores o vergüenza, no le importó.
—Cierra la puerta, por favor —dijo mientras servía las copas de vino.

38 comentarios:

Julie Sopetrán dijo...

Bonita historia, real, porque eso está pasando en muchos lugares, y ella siempre esperando y haciéndose creer que es tonta. Creo que los dos vasos de vino, tenían su importancia y que la sirvienta negra era muy inteligente. Menos mal que cerró la puerta. Hubiera sido horrible que se presentara el marido en ese momento. Muy buena historia amiga. Mi cariño y feliz semana.

Diana de Méridor dijo...

Pues madame, yo creo que hizo muy bien, qué demonios. El matrimonio implica igualdad, así que lo que está bien para él, también lo ha de estar para ella.
Como suele decirse, o jugamos todos o rompemos la baraja, no es así?

Feliz día, madame

Bisous

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

¡Como me ha enganchado 1 NO POR LA HISTORIA EN SÍ , AL FIN Y AL CABO ESO PASA CON BASTaNTE FRECUENCíA ,ES LA FORMA EN COMO LO NARRAS QUE HACE QUE UNo SE VAYA METIENDO EN EL ARGUMENTO.
¡pRECIOSO! Me quedaré en tu casa.
Un beso.

MAJECARMU dijo...

Maria Rosa,creo que con tu pluma magistral nos has sorprendido y hechizado,tú eres esa criada negra, que nos ha conducido a los brazos del relato,sintiendo en él la inmensa emoción de Antonia y Sebastián...
Qué tranquilidad,destreza y poderío,amiga...¡¡BRAVO Y OLEEEEE...!!como decimos en España.

Mi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.FELIZ SEMANA.
M.Jesús
PD:si tienes un ratito pasa al blog: http://bellesaharmonia.blogspot.com/...Allí verás un poema de Navidad...

El Gaucho Santillán dijo...

Buen relato.

Me gusta que la gente pueda vivir.

Un abrazo.

Felicidad Batista dijo...

Mariarosa, un brillante relato perfectamente descrito y ambientado. Podemos oler los aromas, sufrir el sofocante calor, o paladear los líquidos helados y sobe todo seguir con amenidad, atención e incertidumbre la trayectoria del personaje hasta conjurar su soledad y el despecho con un amor que la esperaba y la busca.
Excelente relato. Todas mis felicitaciones, amiga.
Un enorme abrazo. Una dicha leerte.

María dijo...

Tienes algo especial, mi querida María Rosa, que hace que tus historias te atrapen de principio a fin, que tengas que leerlas casi conteniendo la respiración. Una vez más, chapeau.

Y lo de la negra genial, eso de darle el empujoncito que le faltaba ha quedado magnífico.

Besos

Julia Hernández dijo...

Hay decisiones en la vida que marcará el paso de nuestro futuro.
Un relato maravillosamente narrado. Un fuerte abrazo!

E. Martí dijo...

Esa negra es de lo mejor... Vale su peso en oro.
Abrazos mil

Pluma Roja dijo...

Buen relato. Hoy si no me esperaba ese cierre.

Felicitaciones.

Besos.

Rosa dijo...

Enhorabuena por este texto.

Besos desde el aire

Anónimo dijo...

QUÉ BACANO ESCRIBE, DIGO, CREA USTED!! ME SACO UN SONRISA SU CIERRE.
BESOS QUERIDA HERMANA

reginaiara dijo...

hola mi flor de rosa, me translado y vivo tu historia..que lindo el dom que dios te dio!!!!!!!!!
besos com perfume de fresias e lavandas!!!!!!!!!
REGINA IARA

Netomancia dijo...

Muy bien narrado Doña Mariarosa!
A la pregunta que me hizo en el blog, si, me gustó. Los únicos relatos que leí de momento son el suyo y el del Oso.
Saludos!

Bertha dijo...

Hola Mariarosa!

Que alegría! saberte de nuevo con tus relatos, supongo que estos días de descanso te han venido de perlas.Que ganitas tengo de comenzar mí semana de descanso.

Precioso relato: cómo la vida mísma.Que verdad! que el necio habla mucho, el cobarde calla,y el inteligente escucha, cómo la ama negra.

Bienvenida y feliz día.

Anónimo dijo...

Qué lindo! Estoy haciendo una visita rápida, pero contigo he tenido que detenerme, porque me he puesto a leer y me ha gustado, así que quería terminar tu texto. Me quedo con ganas de más :)

Un saludo!

ArteDeAmar dijo...

Excelente narración!
Buena historia, gracias por compartirla.
Besitos de Arte.

La abuela frescotona dijo...

QUE BONITO RETRATO DE UN TIEMPO QUE CAMBIO EN SUS MODOS, PERO NO EN SUS FINES...
ASI ES LA VIDA, CON UNA MANO QUITA, Y CON LA OTRA DA, SOLO DEBEMOS SERVIRNOS, SALUDOS QUERIDA AMIGA

Luján Fraix dijo...

QUE BELLA HISTORIA AMBIENTADA EN AQUELLAS ÉPOCAS DONDE TODO ERA RECATO PARA LAS MUJERES Y LOS HOMBRES, DEMASIADO MACHISTAS, HACÍAN LO QUE QUERÍAN...

ESTÁ BIEN QUE DESPUES DE TANTOS DESPLANTES, ELLA HAYA DECIDIDO DAR UN PASO ADELANTE... SEGURAMENTE, ERA MAL VISTO NO?

LOS PREJUICIOS TODAVÍA EXISTEN...

BESOS
EXCELENTE TRAMA, UNA MAESTRA.

CARIÑOS

tia elsa dijo...

Hermoso relato, como siempre tan bien contado, eso que sienten las mujeres cuando ya no son amadas pero aún necesitan serlo. Besos tía Elsa.

Palabras como nubes dijo...

Muy buena narración, Antonia también quiere ser feliz.

Abrazo
J&R

Cinarizina dijo...

Hola Mariarosa...déjame decirte que tienes un estilo encantador, tu narrativa junto a la descriptiva, es excelente. La historia me resultó muy interesante, buen argumento para una novela. Te felicito con un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Parece ser que el descanso reactiva la mente y el ingenio,....Buenísimo, mariarosa,....Un relato ameno y con suspicacia.... y excelentemente ubicado en el tiempo.Si hasta me pareció sentir el aroma a menta y cedrón,...Un verdadero regalo de enorme contenido humano. Gracias,..Un afectuoso saludo.ELCRUZADO

W.B. dijo...

Latinoamericana amiga, casi me dejas sin palabras. Este blog no es el de una escritora aficionada, sino el de una AUTORA. Así, con mayúsculas. Manejas muy bien el ritmo, el argumento interesa desde el principio y tiene un desenlace inteligentísimo.

De vos se aprende mucho, sin dudas.

Mil besitos.

Mercedes Pajarón dijo...

Has plasmado con una mezcla de certera psicología femenina y delicada poesía un instante decisivo en la vida de una mujer, un sueño hecho realidad. Me ha encantado.

Un abrazo.

cachos de vida dijo...

Como siempre, he quedado encantado con tú relato.
Feliz fin de semana.
Un beso.

Ricardo Miñana dijo...

Pasaba por tu magnífico espacio
y con mis mejores deseos para estas navidades
¡felices fiestas!.

Luján Fraix dijo...

BESOS Y ABRAZOS QUERIDA MARIAROSA EN ESTOS DIAS CERCANOS A LA NAVIDAD.
TODO MI CARIÑO AMIGA Y MAESTRA DE LAS LETRAS.

UN ABRAZO FUERTE.

Anónimo dijo...

Querida amiga, excelente historia.
Siempre es un placer leerte.

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.-*♥♫♥FELICES FIESTAS♥♫♥*-.
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.-*♥♫♥QUERIDA AMIGA♥♫♥*-.
QUE DIOS TE BENDIGA Y QUE
ESTE NUEVO AñO LLEGUE
CON MUCHO AMOR Y FELICIDAD
BESITOS Y TODO MI CARIÑO
♥♥….-*♥♫♥NOEMI♥♫♥*-….♥♥

Norma Ruiz dijo...

Mariarosa:
un relato maravillosamente narrado, has recreado la atmòsfera de aquel verano de 1820.
¡me encanto¡
felices fiestas amiga¡
besos enormes

Evanir dijo...

Vamos nos unir a cada Dia um pouco mais
estreitando nossos laços de amizade em longos
abraços.
Vamor fazer a diferença na vida de muitos
que esperam com ansiedade uma palavra de amor e esperança.
Vamos levar a paz onde persisitir a desunião.
Vamos fazer uma prece para Deus pois desejamos
um mundo melhor .
Embora a própria humanidade perderam as esperanças
e muitos já não sabe onde ficou sua fé.
Que seu final de semana seja felicidade suprema.
Que nossa amizade atravesse fronteiras levando amor.
Beijos no coração.
Evanir.

TORO SALVAJE dijo...

La negra Jacinta sabía latín.

Mercedes Vendramini dijo...

Muy buena historia Mariarosa! Huelo los jazmines de ese jardín y la frescura atrapante de la casa que describes. Logras un ambiente especial en tus relatos.
El final excelente!

Va mi cariño y gratitud por tu comentario en mi sitio, eres una seguidora especial!

Cariños y
FELICES FIESTAS!!

Bertha dijo...

Felices Fiestas Mariarosa!

Besos y hasta pronto

Marinela dijo...

Querida Marirosa, hace días que leí este cuento, pienso que tiene más de realidad que de cuento.
La honestidad de muchas mujeres se quiebra cuando el vaso reboza, ¿No crees?.

Felices fiestas y ante todo buena salud.
Un abrazo.
Marinela

Luján Fraix dijo...

GRACIAS QUERIDA MARIAROSA POR TU VISITA.
ES UNA ALEGRÍA RECIBIRTE SIEMPRE, AMIGA.
TE DESEO LO MEJOR EN ESTA FECHAS.
UN BESO ENORME.

reginaiara dijo...

hola mi florzita ,
gracias por tu visita , amo cuando recibo comentarios ....
besos una feliz navidad para tu familiacom mucha paz , amor e llena de buenas energias...
besos com perfume de fresias e lavandas!!!!!
REGINA IARA

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Mariarosa:

Quien descuida el amor lo puede perder sin darse cuenta.

Muchas gracias por tu amistad y cariño, Dios te guarde y te bendiga.

¡Feliz Navidad!

Abrazos.

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