Te
escuchaba, pero estaba cerrada a tu voz. Tus palabras caían, saltaban en la
mesa de aquel bar y rodaban hasta el suelo. Se desarmaban y las letras giraban
por el piso como hojas secas y livianas
y yo imaginaba que bailaban entre las
baldosas rojas mientras vos seguías
hablando.
No
me interesaban tus explicaciones. Eras mi hermana y sin embargo en ese momento
te sentí tan lejana y tan desconocida. La muerte de mamá nos había
reunido, pero ni ese dolor lograba que te entendiera, en realidad éramos dos extrañas.
No quería seguir escuchándote.
Qué
me ibas a explicar, que mi marido fue tu gran amor, no hacía falta, lo supe el día
en que me abandono y los vi irse
abrazados y me quedé de pie, sostenida por una puerta que parecía abrazarme
para darme fuerzas.
¿No
fuiste feliz con él? Lo siento, la vida
es así, te da y te quita.
De
nuevo tus palabras resbalaban por mis oídos, intentaba escucharte y no lo lograba,
hasta que como un viento me llegó tú pregunta:
¿Por qué estuvimos separadas tantos años?
Te miré a los ojos y no respondí.
Me
levanté y ante tu asombró me fui del bar.
19 comentarios:
esta historia es un reflejo de la vida
como reza el dicho
uno viene con la familia ,
pero gracias a Dios puede elegir a sus amigos ;)
abrazos
historias de vida y de amor
.. lo curioso es que su hermana pregunte ..
como digo yo
¡Manda narices !
Abrazos y buen finde
¡Qué historia tan sorprendente! ¿Es posible que puedan suceder cosas así? Seguro que sí. Acabo de decirtelo, me gusta como consigues intrigarnos con tus historias. Muy acertado. Un abrazo. Franziska
Buenísimo minirelato. Ya ves, ser hermanos no garantiza nada, ni amor ni respeto. Como dice Ely, la familia nos es impuesta. Eres estupenda narrando, lo sabes?
Besos.
Una historia real, como la vida misma. Suelen pasar estas cosas.
Y cuando suceden ¡cómo cuesta perdonar !...
Sólo el tiempo curará las heridas.
Hermoso relato María Rosa. Perfecto. Como siempre.
Toda mi admiración.
Muchos besos.
JA! TAMAÑO DE PREGUNTA NO!! EXCELENTEEEEEE.
ABRAZOS
Que impotencia verdad y encima de la traición la poca delicadeza con la pregunta...?
Un abrazo Mº Rosa.
Bonito relato a pesar de ese halo de tristeza.
Un abrazo.
La vida ofrece siempre nuevas oportunidades para entenderse...Pero, a veces las palabras que empleamos no son las acertadas...Esa distancia entre hermanas pide una larga conversación y verse más a menudo...
Mi felicitación y mi abrazo de luz, María Rosa.
M.Jesús
Palabras e imagen se conjugan en un relato real y triste. Te invito a visitarme y seguirnos, saludos desde el frío montevideano
Magnifico,desde el principio hasta el final!!!!!
Cariños y bueen domingo
Hay preguntas inexplicables.
Abrazo!
Hay en la vida preguntas así, absurdas, que conllevan aparejadas la respuesta que das. ¡Invariablemente!
Es sorprendente, de alguna manera, y sin embargo suceden. Suelen ser el colofón de situaciones que se arrastran durante largo tiempo. Y se dan, en lo que conozco, en ambientes familiares.
Bonita exposición de vivencias reales.
Un gran abrazo, Mariarosa.
Mejor eso antes que dejarle caer todo una rista de insultos...
Nos leemos,
J.
A pesar de los lazos de sangre,la hermana le había hecho tanto daño que ya era imposible la reconciliación.Creo que tomó la decisión más adecuada.
Un placer como siempre,María Rosa.
Abrazos
Tan real como la vida misma. Muy buen relato. Un abrazo
MI tía hubiera dicho, se manda cáscara esta mujer. Creo que pones en el cuento, el alma humana, esa conducta de la del descaro y la del dolor humano. MI abrazo y afecto incancelables. Carlos
Que triste historia. Muy bien llevada
Abrazo
Como planteó mi colega demiurgo, por lo menos se dijeron las cosas en la cara, con sinceridad.
Tal vez ninguna es más culpable que la otra.
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